Se define como Atmósfera Explosiva a la mezcla con el aire, en condiciones atmosféricas normales, de sustancias inflamables en forma de gases, vapores, nieblas o polvos, en la que, tras una ignición, la combustión se propaga a la totalidad de la mezcla no quemada.
Para una prevención eficaz es necesario establecer una estrategia coherente, con medidas de carácter organizativo que complementen las medidas de técnicas.
La industria deberá tomar diferentes medidas de carácter técnico u organizativo, siempre de acuerdo con los principios básicos que deben inspirar la acción preventiva, que se combinarán o completarán, cuando sea necesario, con medidas contra la propagación de las explosiones.
La industria tiene que evaluar los riesgos específicos derivados de las atmósferas explosivas, teniendo en cuenta, al menos: